En los últimos años el sector vitivinícola ha sufrido una importante diversificación, en Galicia se ha llegado incluso a producir espumosos de calidad. Versatilidad y riqueza de los vinos gallegos que pueden ver incrementados sus valores con una buena gestión de marketing y ventas.
Esto propicia que se impulsen recursos, se aproveche lo más relevante del cultivo de la vid y se considere el vino como un producto a desarrollar que día a día gana protagonismo. De ahí que la actitud debe ser hacia el desarrollo de sinergias entre el vino y otros recursos.
En la aventura para los sentidos que supone el vino, nuestra mejor fuente de información será nutrirnos de la comunicación de los clientes y dejarnos asesorar por expertos en la materia, debemos aprender de la experiencia de otros, sean éxitos o fracasos. Lo suyo es crear una estructura operativa orientada a fomentar los resultados de nuestros clientes.
No es suficiente creer que tener un recurso enológico como una bodega de vino significa que uno está preparado para la comercialización. Debemos plantearnos si diseñamos una botella de vino para albariño u otro, una etiqueta, los corchos o incluso el propio vino, actos promocionales, pensar en diseños personalizados, hacer presentaciones de producto, desde el punto de vista de la oferta o las necesidades de potenciales clientes. Recuerdo la frase de un maestro champanero, “es la suma de los pequeños detalles los que hacen de un vino algo especial”, algo que refrendan los influencers del vino.
Deberíamos pensar en ir más allá de la venta directa, considerar nuevos clientes finales, nuevos mercados, creación de tiendas de vino no sólo físicas sino también tiendas online. Pensar en el uso de los medios sociales como blogs, páginas de comunidad, Twitter, Facebook y otros muchos que a su vez nos ayudan a escuchar lo que nos dice el mercado y entablar conversaciones con los consumidores.
Agencias de marketing de eventos como Plan B pueden como fin último darnos a conocer en el mundo del vino explicando la complejidad de nuestro producto y acercándolo al público siempre que se haga a través de profesionales especializados. Ayuda a estudiar el mercado y definir una estrategia adaptada a nuestro producto. Se precisan especialistas en storytelling, aquellos capaces de hacer entender nuestra particular historia con un lenguaje sensorial que plasme a la perfección nuestro vino y negocio.
Jornadas de marketing como las celebradas en la pasada edición de la Fiesta del Albariño en Cambados (Pontevedra), punto neurálgico de Rías Baixas, nos han mostrado la necesidad de recursos para la promoción, instalaciones, contratación de personal, pero también contar con una parte dedicada al marketing: ferias y exposiciones, eventos de marca, eventos sociales,… Se precisa un concepto innovador capaz de despertar nuestros sentidos.
Una consideración importante para el marketing experiencial, dar valor a nuestras marcas, que nuestros clientes se sientan mejor con ellos mismos cuando están con nosotros , con nuestro vino, va más allá de evaluar el coste- beneficio, que sea la vivencia que le ofrecemos antes, durante y después del consumo de nuestro producto. Nuestros vinos de Galicia generan emociones y queremos sumar a ello recuerdos y asociaciones; dar más de lo esperado sorprendiendo, mimando, respetando……
Generar a través del marketing del vino clientes que deseen revivir la experiencia y recomienden nuestros vinos y nos prefieran a otras marcas. Vender satisfacciones más que características.
En conclusión, el vino nos aporta un valor añadido en forma de sensaciones y experiencias. Galicia es una de esas excepcionales regiones donde se mezcla tradición y tecnología y datos favorables al sector en especial en Rias Baixas por su inclinación hacia el marketing que ha ayudado a revitalizar, aplicando estrategias que han contribuido a una mayor rentabilidad económica y social. Es una D.O con un crecimiento en el tiempo ordenado y con criterio.
Eventos de marca que muestren nuestra identidad, marketing y publicidad que contribuya a aumentar la dimensión del mercado de nuestra bodega y a la aceptación por parte de un público más diverso. El vino no debe ser sólo sostenible, también viable y presentarse como una actividad creciente con el objetivo de posicionarse en un sentido cada vez más competitivo y a todo ello puede contribuir el packaging adecuado o un buen marketing sensorial sin dejar de mano el marketing digital, uso de nuevas redes sociales y aplicaciones 2.0 así como un arma poderosa de la era digital como es el email marketing en lo que son especialistas Plan B marketing digital Vigo, el uso del correo electrónico con ánimo comercial o informativo de manera que nos permita una oferta personalizada, exclusiva y de coste reducido huyendo de esos spam y correos no solicitados.
En definitiva, el marketing nos ayudará a poner el vino a disposición del consumidor en la cantidad demandada, en el momento que lo necesite y en el lugar donde desea adquirirlo.
Por Mercedes González Rodríguez, Sumiller.