La organización de eventos es clave para ganar en visibilidad de marca y conectar con el público objetivo. Si quieres alcanzar el éxito con la puesta en marcha de un acto público, sea de la índole que sea, nada puede quedar al capricho del azar. Todo tiene que estar planificado al límite. Cada detalle importa para conseguir sacarle el máximo valor a tus objetivos comerciales y empresariales.
¿Es tu primer evento y no sabes por dónde empezar? ¿Has tenido alguna mala experiencia que no quieres que se repita? Sin problemas, en Events Labs te contamos todo lo que no debes pasar por alto para triunfar con el evento de tu marca. Da igual en el camino que te encuentres, nuestra agencia se adapta a las necesidades de tu modelo de negocio.
Planificación y organización de eventos
Antes de empezar tienes que responderte a varias preguntas elementales:
¿Por qué quieres organizar un evento? ¿Cuál es el objetivo que te planteas? ¿Quién es tu público objetivo y qué quieres conseguir de él? Puede que quieras promocionar tu marca, a lo mejor buscas captar clientes, fidelizarlos o hacer networking con potenciales compradores. ¿Te planteas acaso dar a conocer una línea de productos? ¿La celebración de un aniversario? ¿Quieres saber cómo organizar un evento corporativo dirigido a empleados y accionistas?
En función del acto que quieras poner en marcha las acciones varían. Pero vamos a ser prácticos para no convertir este artículo en infinito. Sigue leyendo y conoce las pautas genéricas esenciales que siempre conviene tener en cuenta para que tu evento funcione correctamente.
La importancia del espacio
Una vez que tienes claros tus objetivos y a quién te vas a dirigir, en base a este estudio de planificación previo, llega la hora de elegir el lugar para la puesta de largo de tu marca.
El primer consejo es sencillo: adapta siempre el espacio a las necesidades de tu empresa. El tamaño del sitio va a variar en función del número de invitados. Y las posibilidades son múltiples en función del presupuesto que manejemos. La iluminación, la decoración, el diseño del stand; el personal auxiliar con el que vamos a contar; el merchandising; el servicio de catering; un escenario para ponencias o conciertos…
Hay tantas opciones como posibilidades de triunfar o fracasar. Por eso, antes de nada, plantéate que cada una de las decisiones que tomes debe ir encaminada a la consecución de los objetivos planteados. De nada vale tener una idea genial si el espacio o algunos de los elementos que vamos a utilizar para la celebración del evento no es el adecuado.
El material gráfico y visual, imprescindible
En la organización de un evento cobra una vital importancia el material empleado para difundir los valores de nuestra marca. Folletos, display, dossieres informativos, creatividades gráficas, presentaciones, vídeos, etc. En definitiva, aquí entran en juego recursos profesionales elementales como textos persuasivos, copys y, por supuesto, diseño. Estamos en la era de la imagen, así que para canalizar adecuadamente nuestros mensajes debe predominar la imagen y lo audiovisual en cada formato utilizado.
La promoción del evento
Un buen evento no sale bien sin una buena política de comunicación. Es necesario promocionar nuestra actividad previamente a su celebración para darla a conocer y atraer público, pero también durante su desarrollo y al finalizar para poner en valor el éxito y los resultados del evento.
En la organización de eventos es clave contar con un Gabinete de Prensa y un departamento de imagen y Relaciones Públicas, así como con un área para dirigir la comunicación en redes sociales y toda la difusión en canales digitales, tanto en blogs como webs corporativas.
Agencia de organización de eventos
En Events Lab diseñamos eventos únicos para ayudar a tu marca a diferenciarse de la competencia. Aportamos recursos profesionales y estrategias de valor para que no tengas que preocuparte por nada.
Nos encargamos de la planificación, diseño y toda la puesta en marcha del acto. En cualquier temática o actividad, desde eventos académicos y formativos a jornadas corporativas, institucionales y de carácter social.