Si eres una empresa y estás pensando en asistir a una feria para aumentar la visibilidad y la cartera de clientes, te interesa saber porqué el diseño de stands es tan importante cuando se asiste a este tipo de eventos, así como los beneficios que le puede aportar a tu marca un stand personalizado.
El principal aspecto que hay que tener en cuenta a la hora de abordar el diseño de stands es tener bien claro qué es lo que se quiere transmitir y qué es lo que se busca con la presencia en esa feria.
Una vez que se define ese objetivo, todo el trabajo de diseño y construcción de stands gira en torno a ese concepto. El trabajo no se reduce solo a la construcción del stand, sino también a la transformación de los valores de la marca y de su comunicación en forma de una estructura física y visible.
Para lograr esta materialización y realizar un adecuado diseño de stands para ferias o stands para expos se utilizan una variedad de recursos de forma estratégica y planificados con la debida antelación. Entre estos, cabe destacar la definición de la estructura general (sin obstáculos que dificulten el acceso al stand); la disposición de la iluminación, que dará relevancia a los elementos que deseemos; el olor, un aspecto muy relevante por su carácter diferenciador; el mobiliario y su colocación y por último, y no por ello menos importante, la decoración, ya sea a través de objetos, frases o creatividades que ayuden a entender la filosofía y el mensaje de la marca.
Lo que generalmente se piensa sobre el diseño de stands es que se trata de un gasto que hay que reducir al máximo, ya que es una construcción efímera. En cambio, hay empresas que han decidido invertir en construcción de stands en Galicia y ya saben que lo que rentabiliza un stand feria son las ventajas competitivas que aporta a la marca y para aquellos escépticos que aún dudan, aquí dejamos un breve resumen de esos beneficios.
-Favorece la comunicación visual
Como decíamos antes, la construcción de un stand de diseño atañe a la materialización de la marca y por eso, funciona como un reclamo visual muy potente. Sabiendo aprovechar las dimensiones del espacio, así como su altura, se puede conseguir generar un gran impacto visual que destaque por encima del resto de asistentes, algo muy interesante si se busca la captación de nuevos leads. Por lo tanto, un stand visualmente atractivo favorece las oportunidades de venta, puesto que la atención del cliente ya la tenemos. Una presencia de marca que genere credibilidad se consigue con un stand con diseño propio, más allá de los socorridos stands modulares. Este funciona como herramienta de branding y como canal de comunicación, ya que en su diseño y estructura se ponen de manifiesto los mensajes y valores que la marca quiere transmitir, por lo que actúa como altavoz de su imagen y no solo como receptáculo de habitabilidad.
-Aumenta la visibilidad
Una de las principales funciones de un stand es atraer la atención de los asistentes de una forma original y por eso, cada vez se apuesta más por novedosos sistemas de tecnología que funcionen como reclamo para demostraciones in situ de producto. Esto no significa que el stand deba ser ostentoso, vulgar y llamativo, no. Lo importante es saber captar la atención del target al que se quiere dirigir y para eso, hay que conocerlo y saber cómo llegar a él, aspecto que se contempla en la fase estratégica.
-Ayuda al engagement
Un stand supone un espacio propio donde la marca es la protagonista y por ello, este espacio debe estar enfocado hacia el target de la empresa. Debe ser un espacio confortable, cómodo y coherente. Es el escenario en el que la marca entra en contacto directo con el cliente, el momento idóneo para aplicar tácticas de marketing experiencial y posicionar la marca como una friendly mark, lo que favorece ampliamente la relación entre ambos. Los textos, imágenes y estructura deben responder al constructo mental que el cliente tiene de la marca para reforzar ese posicionamiento y de esta forma, consolidar el engagement. Pero no basta con diseño, para establecer relaciones de engagement de calidad, hay que escuchar al cliente, adelantarse a sus necesidades e inquietudes y ofrecerle lo que necesita en el momento oportuno y que vea que la marca se preocupa por él y se ocupa de escucharle. Como se dice en el mundo del marketing, el cliente en el centro de la acción.
Y desde un aspecto puramente económico, un stand no es precisamente caro en relación a todo lo que puede aportar a la marca. Se trata de una inversión a medio plazo, ya que la estructura siempre puede aprovecharse y reestructurarse en función de las necesidades para futuros eventos.
En Events Lab no todos somos expertos carpinteros, electricistas o fontaneros, pero si disponemos de una Oficina Técnica llena de profesionales con gran experiencia, además de contar con especialistas en marketing de eventos. Juntos creamos el mejor diseño, la mejor estructura, materiales y decoración para aplicarlo en la práctica y crear espacios únicos, con nombre propio. Pero, sobre todo, que enamoren a los clientes y como no, a los clientes de nuestros clientes.